acaso?

Es desta álgida pretensión de llevarte al olvido ofrecido,   quien carga culpa de mantenerme azotada en amaneceres de céfiros gélidos? Acaso el desgano que heló prematuro tus deseos no se coló de rendijas si no de resoplos que escaparon de mis pensares? Ante promesa dicha ahogó cualquier intento, y si acaso ya no me antoja dejar de convocarte? ya no amparo esa quietud que subrepticia mis ganas de rozarte, y  me invito y escudriño en tus vocablos añejos y acalóraseme la piel y esta noche he de verme otra vez resuelta a quedar vencida, extasiada sobre mis índices pugnando aquellos deseos expirados de tu lengua,  aguándome en unísonos fluidos que casi... solo casi... confluyeron con los tuyos y tan ambiciosa de ti aun me mantengo que admito en justicia que a la amanecida seguiré deseándote, y aun muda, procuraré ese silencio que te acomoda… empero con tu nombre en mi abertura seguiré vertiéndome sobre mis dedos…

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