A que llegaste, si he de maldecirte
Por hacer sudar de amores
mi piel de Sirena?
Navaja es tu boca que me condenó
A yacer destilada sin tus noches de lujuria
Acaso por posesa, ya no me ansías?
No me blinde las ropas,
olvide ceñirme bajo las enaguas
la mala letra de los desafectos
y anduve ligera hechizada
desde tus manos en mi talle
y tus halito tibio en mi oído
Acaso es tu lengua la propia de mi céfiro?
suplico humedezcas mis frutos contiguos
e irgues sus botones instando no les abandones



Trago un sorbo de ron barato, se hundió en la tinaja y sus dedos escarbaron la carnosidad del armonio de sus gemidos, sus espasmos viajaron desde las butacas de una vieja sala de proyecciones a una alfombra testigo de su comunión y la cascada de sus néctares…  Ay! Sirena, tus deseos yacerán enmohecidos?? Cerró los ojos y maldijo el placer bendito que le es ahora huraño.

Invoco tus manos ágiles
deslizándose entre mi piernas
desafiando mi contraída vulva
que a temores de confinar
mi botón de deseo al inicio de tu lengua
como centinela te interpelaba abandono
Extasiada rendida gemí coplas
en voces de musas  mudas
y mis porosidades se abrieron tanto
como mis piernas.
No hubo contemplación de tu maestría
te imploré que me arrebataras
las calenturas dormidas
y vibré en tu torso, inerme



La Sirena, encendió un cigarrillo y la ansiedad carraspeada, tiritaba temblando montada sobre sus dedos y el recuerdo del amante ausente. Sintió la lengua desfilando sobre sus carnes y a maña de ahogar el deseo de la hombría erecta del macho entre su boca lucida, cerro los ojo y la sequedad de su lengua no daba tregua a los espasmos, se supo condenada al deseo del varon esquivo,


venid pronto…
venid que son estériles quejidos,
Desperdiciados mis néctares
En la yema de mis dedos
Venid que ardiendo mi hambrienta boca
ha de fallecer sin tus salares
Escurriendo desde mi lengua
Venid pronto…
Que entre tus experiencias Tus besos y tus piernas
Quiero montarme y a horcajadas decirte,
para ti he concebirme hembra ardorosa
esta noche, no acaba mi deseo
me inventare la quimera que eres un juego
hazme vibrar otra vez hasta perder la incordura
u olvidaré que haz vuelto

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