el final


se retiró tambaleando y mientras maldecía mascullando entre los dientes apretados, a la puta que dos noches antes había acabado con su masculinidad... se volteo a mirar... se encontró con la cara desencajada de desencanto de la negra, quien testigo del chasco de un fallido baile, había recibido la explosión prematura de su sexo... y como por efecto de la visión del pampero mientras le echaba una mirada, se esfumaban las formas de su rostro y se mutaba como un animal extraño, dando paso a una manos de uñas alargadas, un pelo revoltoso y oscuro, una boca jugosa y afilada... dibujo desde su inconsciente el rostro de la sirena... aventajada en los recónditos olores de una cama sementada… la mal nacida le había arrojado mordáz y entre aspavientos que era una perdedor de tiro corto.. nunca en las noches de antaño, precedentes a la fatídica por cierto, una mujer había regañado sus juegos de amorío... nunca antes hasta que encontró el mismísimo abrazante calor del infierno entre la sabanas de esa hembra a trato ... esa que por que por una par de billetes mustios y grasosos se había dejado relamer para arrancar su jugoso éxtasis...injurió soez el recuerdo de esa noche en que se ahogo al primer zambullido entre las piernas que rondaban la caverna que habían resguardado su bestia ... bestia vencida y domesticada al primer contacto de su sexo evolucionado en una lengua caliente que escarbo en ese pubis enmatorrado... 

Menoscabado y aturdido siguió sigiloso direccionando su anatomía al callejón de la ignominia… admitió que ni el ron, ni el erotismo de la conquista le habían devuelto la hombría...
Dos ojos negros como aguacero de sur en invierno, se clavaron en los pechos descubiertos ... y con la voz entrecortada, le jalo el cuello, volteo su cara alrededor de los cabellos de la hembra, y le susurro al oído... esta noche te pago el doble si aun a horcajadas sobre mí, antes de vaciarme cuentas más de 15 minutos en tu maldito reloj...



torció los labios ya casi amoratados en una mueca de dolor... su silueta se fue esfumando de aquel antro de cervezas y ron barato... enfilo sus pasos hacia tres cuadras q restaban para llegar al cuartucho de la sirena... desgarbado y con la humedad del jugo espeso que había desparramado en su mancillada prenda interior , se soltó en acto desespero el cinturón aun enfundado... sentía que el despecho le enervaba... percibía q su sexo apresado, despertaba amenazando hacerse paso aun así en la crecida, volara los dientes del enclaustre ... el gélido crepúsculo no aminoraba sus deseos... cruzo la avenida, determinando que era mejor caminar por el lado menos rugoso del pavimento... no quería siquiera gastar la zuela de los zapatos...temía q el rose del hormigón bajo sus pies estimulara aun mas sus emergente tibieza y no le diera tregua de llegar envalentonado... 

ya esta... de frente a la puertecita azul deshojarascada, fichada con el numero 32 pincelado sobre el "ojo de ver quien toca fuera" ... descargó furioso tres puñeteadas y con el mentón enjuto al pecho quedo a la espera.. 

Salió la sirena... se sonrió venenosa y le increpo: vienes por más? ...

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